ORIGEN Y ESTÁNDAR DE LA RAZA

Enlace al estándar oficial del Labrador Retriever en la página de la FCI (Federación Cinológica Internacional):

ORIGEN: Gran Bretaña

FECHA DE PUBLICACIÓN DEL ESTÁNDAR OFICIAL VÁLIDO: 13/12/2010

UTILIZACIÓN: Perro cobrador de caza.

CLASIFICACIÓN FCI: Grupo 8 Perros cobradores de caza, Perros levantadores de caza, Perros de agua. Sección 1 Perros cobradores de caza.Con prueba de trabajo.

BREVE RESUMEN HISTÓRICO: Popularmente se cree que el Labrador Retriever es originario de la costa de Newfoundland dónde se ha visto a pescadores utilizar a perros de apariencia similar para el recupero de peces. Un excelente perro de agua, su pelaje resistente al agua y su cola característica, parecida a la de una nutria por su forma, enfatizan estos rasgos. El Labrador no es una raza muy antigua. El Club de la raza se formó en 1916 y el Yellow Labrador Club fue fundado en 1925. Fue en pruebas de campo donde el Labrador encontró su temprana fama, siendo introducido originalmente a estas orillas a fines del 1800 por Col Peter Hawker y el Conde de Malmesbury. Fue un perro llamado Malmesbury Tramp, descrito por Lorna, Condesa de Howe comO uno de las "raíces" del moderno Labrador.

APARIENCIA GENERAL: Perro de constitución fuerte, región renal corta y muy activo; (que excluye excesivo peso y sustancia corporal) tiene un cráneo amplio, pecho y costillas amplias y profundas; la región renal y los miembros posteriores son anchos y fuertes.

TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO: Perro que tiene buen temperamento y es muy ágil. Posee un excelente olfato y cobra con delicadez; es muy aficionado al agua.Es un animal adaptable y devoto compañero. Inteligente, vivaz y dócil, con fuerte voluntad para complacer. De carácter afable, sin ninguna señal de agresividad o timidez impropias.

CABEZA

REGIÓN CRANEAL:

Cráneo: Amplio, nítido, sin presentar pómulos carnosos.

Depresión naso-frontal (Stop): Definido.

REGIÓN FACIAL:

Trufa: Amplia, con fosas nasales bien desarrolladas.

Hocico: Poderoso, pero no afilado.

Mandíbulas / Dientes : Maxilares de una largura mediana; maxilares y dientes fuertes con una perfecta, regular y completa mordida en tijera, es decir que la cara interna de los incisivos superiores esté en contacto estrecho con la cara externa de los incisivos inferiores, y bien colocados en los maxilares.

Ojos: De tamaño mediano que expresen inteligencia y buen temperamento; de color castaño o avellana.

Orejas: Orejas ni largas ni gruesas; deben colgar pegadas a la cabeza y tener una inserción bien hacia atrás.

CUELLO: Nítido, robusto, poderoso, puesto sobre hombros bien colocados.

CUERPO:

Espalda: Nivelada.

Lomo: Amplio, corto y fuerte.

Pecho: De buena amplitud y profundidad; las costillas bien arqueadas y abarriladas. Este efecto no se produce con un peso excesivo.

COLA: La cola, una característica distintiva de la raza, es muy gruesa en la base y se adelgaza gradualmente hacia la punta; de tamaño mediano y sin flecos, pero debe estar bien cubierta completamente de pelo corto, grueso y denso, que le da la apariencia « redonda » descrita como cola de « Nutria ». Puede ser llevada alegremente, pero no enroscada sobre el dorso.

EXTREMIDADES

MIEMBROS ANTERIORES: Apariencia General: Miembros anteriores derechos desde los codos hasta el suelo vistos de frente o de lado.

Hombros: Escápulas largas e inclinadas.

Antebrazo: Los miembros anteriores presentan buen hueso y son derechos.

Pies anteriores: Redondos, compactos, con dedos bien arqueados y almohadillas bien desarrolladas.

MIEMBROS POSTERIORES:

Apariencia General: Bien desarrollados, grupa no inclinada hacia la raíz de la cola.

Rodilla: Bien angulada.

Metatarso: Corvejones bien descendidos. Los corvejones de vaca son altamente indeseables.

MOVIMIENTO: Movimiento desenvuelto y que cubra suficiente terreno; las extremidades anteriores y posteriores se desplazan en planos paralelos al eje del cuerpo.

MANTO

Pelo: El pelo es una característica distintiva de la raza; y debe ser corto y denso sin ondulaciones o flecos; al tacto debe dar la sensación de ser bastante duro. Tiene una capa de subpelo resistente al agua.

Color: Totalmente negro, amarillo o hígado/chocolate. El color amarillo varía desde el crema claro al rojo del zorro. Se permite una pequeña mancha blanca en el pecho.

TAMAÑO Y PESO: Altura ideal a la cruz: Machos: 56-57 cm. Hembras: 54-56 cm.

FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro, y de la capacidad del perro para realizar su tarea tradicional.

FALTAS DESCALIFICANTES:Agresividad o extrema timidez.

Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento debe ser descalificado.

N.B.: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

Sólo los perros funcionalmente y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.


ORIGEN DEL LABRADOR RETRIEVER

Texto de José M. Doval (Afijo "De la Enna") publicado en la revista "El perro en España" en su nº47 (III - 2016)

LABRADOR RETRIEVER: tal vez el perro más popular del mundo

El Labrador Retriever es una de las razas caninas más populares del mundo. Su fácil mantenimiento, su adaptabilidad y su extraordinario temperamento han hecho que triunfe en todo el mundo como excelente animal de compañía.

Portugal - Terranova - Inglaterra: Una historia de migración y mestizaje

La historia de la raza ha sido contada en numerosas ocasiones. Existen algunas controversias acerca de su origen exacto, que no se han ido resolviendo hasta años recientes, pero lo que no puede ponerse en duda es que, tal y como hoy la conocemos, se trata de una raza británica, por excelencia, pues fue en Gran Bretaña donde se desarrolló y homogeneizó como tal, independientemente de sus orígenes más antiguos. La raza Labrador Retriever se nos muestra, a día de hoy, como el paradigma de una sociedad en la que vivimos y asistimos a diario al fenómeno de la migración de pueblos que buscan sobrevivir lejos de su lugar de origen y que, con el paso del tiempo, dan lugar a nuevos tipos de población, nuevos pueblos, etnias y costumbres.

Guarda el Labrador lazos comunes con otros retrievers y con perros como el Terranova, siendo más que probable su llegada original a las costas del oeste de Inglaterra, acompañando a los barcos de pesca procedentes de los bancos bacaladeros de Canadá.

Groenlandia, Terranova y la Península del Labrador fueron, desde finales del siglo XV, áreas codiciadas por las diferentes potencias coloniales debido, fundamentalmente, a la riqueza pesquera de sus mares.

Sin duda son los portugueses quienes tienen un papel preponderante en la exploración y explotación de la zona. Joao Fernandes, un propietario, terrateniente o, en portugués, "lavrador" de Isla Terceira, Azores, llega en 1499 a la zona y bautiza parte de la actual Groenlandia y la vecina costa oriental de Canadá como Terra do Lavrador. Casi al unísono, Gaspar Corte-Real, otro explorador portugués, llega y bautiza un área como Terra Verde (Groenlandia), mientras los ingleses prefieren utilizar el nombre dado por John Cabot: Nueva Tierra Encontrada, Newfoundland o Terranova. La riqueza en pescado de la zona, especialmente de bacalao, así como el desarrollo de la técnica del salado, que permitía enviar el pescado a Europa y conservarlo durante años, lleva a muchos portugueses a establecerse y faenar en la zona.

Los marinos y "lavradores" portugueses se llevan consigo, junto a sus conocimientos, técnicas y herramientas, perros que les sirven de auxilio en diferentes tareas. Estos perros eran, fundamentalmente, de tres tipos:

- perros de ganado (caes de gado) ligeros como el Castro Laboreiro o más pesados tipo mastín o similares al Rafeiro, Serra de Estrela, etc...

- perros de agarre (caes de fila) como el Fila de San Miguel

- perros de agua (caes de agua) como el Cao de Agua Portugués.

Todos estos perros desarrollaban diferentes funciones y se fueron adaptando a su nueva vida en Canadá, así como cruzando entre sí, hasta ir desarrollando un tipo nuevo de perro al que, genéricamente, se terminaría denominando Perro de St. John, en alusión a la ciudad costera de Terranova.

Este perro de St. John no era una raza uniforme y, en función del trabajo para el que era empleado, se fue dividiendo en dos tipos: uno más pesado, molosoide y con un pelo abundante, ancestro de los actuales Terranovas, y otro más ligero y versátil, capaz de viajar en barcas más pequeñas e incluso de desarrollar labores de auxilio en la caza en tierra, que sería el antepasado del Labrador y los demás Retriever actuales.

En cualquier caso, independientemente de sus orígenes, el Labrador Retriever fue, desde el principio, una raza de trabajo, práctica y versátil, que mostró unas habilidades innatas para el trabajo de recuperación en el agua, de las redes de los pescadores, aparejos e incluso peces, lo que llamó la atención de algunos aficionados a la caza, dedicados profesionalmente a negocios comerciales y de pesca que les vinculaban con las zonas portuarias, especialmente en los puertos de Bristol y Cardiff, receptores de las saladas cubas cargadas de bacalao canadiense, y que les hicieron adquirir algunos ejemplares para utilizarlos en la caza de aves acuáticas.

A partir de ahí se iniciaría una labor de selección y crianza en el último tercio del siglo XIX que llevaría, en muy pocos años, a hacer del Labrador una de las razas preferidas por cazadores y gentlemen-country en Gran Bretaña primero y, más adelante, en todo el mundo.

Los Pioneros

Sin duda los culpables del éxito del Labrador Retriever son aquellos que desarrollaron la raza en los primeros tiempos. Fueron estos pioneros quienes marcaron el devenir de una raza maravillosa, seleccionando los primeros ejemplares con una clara idea de su utilidad y belleza, aunque seguro sin saber que estaban siendo responsables del nacimiento de la raza más popular del mundo en la actualidad.

Debemos nombrar al Honorable A. Holland-Hibbert, posteriormente Lord Knutsford, propietario del afijo Munden en Hertfordshire, de quien tenemos noticias de su libro de cría desde 1884. En Escocia, el Duque de Buccleuch ya había empezado a criar con anterioridad, siendo considerado el pionero de la raza. Sus ejemplares darían lugar a la llegada a la raza de Lord Malmesbury, otro de los pioneros.

Lorna y Bolo: la verdadera historia del patito feo

Pero por encima de todos ellos destacó una mujer, Lorna, Condesa de Howe, a quien todos los amantes de la raza debemos eterna gratitud por su clarividencia y talento así como por la devoción y lealtad a la raza que profesó a lo largo de toda su vida. Un perro singular marcó el devenir de su criadero, el Campeón Dual Banchory Bolo, de quien tenemos múltiples referencias fotográficas y protagonista de una hermosa historia que no puedo por menos que relatar.

La Condesa de Howe era propietaria, a principios del Siglo XX, de un Labrador llamado "Scandal", muy valorado por sus virtudes físicas y de trabajo. Dicho macho solo pudo producir una camada ya que murió de tifus contraído después de cazar patos en un área pantanosa. Dicha camada estaba compuesta por trece cachorros, de los que tan sólo uno era un macho. En su momento el cachorro había sido vendido, aunque posteriormente fue revendido hasta en dos ocasiones más, pues resultaba un perro muy difícil de entrenar debido a su temperamento. Lorna, a la muerte de Scandal, se decidió a recomprar el perro pues estaba determinada a tener un hijo de su primer Labrador y no quería perder dicha línea, por lo que, a pesar de todo lo que sus propietarios le dijeron, volvió a comprar a Bolo.

Un día, viviendo en Walcott, Bolo estaba en el patio del kennel haciendo ejercicio cuando de repente salió huyendo sin más, abandonando la propiedad, pues la puerta de la cancela había quedado abierta. Así la dejó Lady Howe cuando se fue a dormir, cerca de las dos de la mañana. Después de buscar al perro infructuosamente, incluso dejó agua, comida y la cama del perro en un lugar fácilmente accesible, en la esperanza de que volviera por sí sólo.

A la mañana siguiente Bolo estaba acurrucado en su cama en un estado lamentable. En su huída se había producido serias heridas en la cabeza y el cuerpo, siendo la peor de ellas un gran agujero en el estómago que se hizo al quedar prácticamente empalado en una de las vallas de la finca. Los guardas recomendaron el sacrificio del perro, pero Lorna se negó. Estamos en 1919 y el veterinario de Lady Howe vive a más de 15 kilómetros, en Craven Arms. Cuando llegan allí, se encuentran con que está de viaje, por lo que Lorna recurre a un "kennelman" local llamado Bowes, quien ayuda a la condesa a curar al perro. Ella misma le dio hasta veinte puntos para cerrar la herida del estómago y puso unos tubos para que actuaran como drenaje. Todo parecía ir bien hasta que un día se oyeron disparos en la zona. Bolo escapó de nuevo volviendo al rato con un pájaro en la boca y con todos los puntos abiertos que le fueron nuevamente cosidos sin que el perro emitiera un solo quejido.

Cuatro años más tarde Bolo y su hijo Corby enfermaron de repente. El veterinario de Lady Howe diagnosticó un posible envenenamiento que les había producido fuertes hemorragias internas. La condesa se llevó a ambos perros a su residencia de Londres, donde los cuidó personalmente hasta su recuperación. Esas fueron las dos únicas ocasiones en que Bolo estuvo enfermo. Un hijo único de un perro que se convertiría en un perro único, denostado por sus primeros propietarios y luego Campeón de Belleza y Trabajo y presente en casi todos los Labradores de hoy en día.

"Nunca tendré un perro como él", escribió a su muerte Lady Howe. Es posible que sea cierto, al menos en el aspecto mítico o en el afecto de su dueña, pero no podemos dejar de mencionar otro perro mítico de la Condesa, "Ch. Bramshaw Bob", quien no sólo sería un gran perro de trabajo, sino imbatible en los rings de exposiciones. Se hizo campeón ganando los tres CC en tres semanas consecutivas. En 1932 se presentó por primera vez en Crufts. Resultado: ¡Best In Show!, repitiendo resultado al año siguiente, algo excepcional y casi irrepetible para ningún otro perro.

Ch. Banchory Bolo
Ch. Banchory Bolo

La edad moderna y contemporánea de la raza

inflexión en la popularidad de la raza que, trascendiendo de su tradicional papel como perro de caza, empieza a ser cada vez más popular entre los simples aficionados a los perros o para su utilización en otros muchos menesteres. A partir de ese momento, el Labrador Retriever se convierte en la raza más importante del mundo junto al sempiterno Pastor Alemán, algo que, sin poner en duda que ha significado una suerte para el Labrador, ha supuesto también su lacra más importante.

Hasta los años 50 del pasado siglo, el Labrador Retriever, al igual que muchas otras razas, se mantuvo como una sola raza utilizada para muchas funciones y era habitual ver a los mejores criadores triunfando tanto en los rings de belleza como en los Field Trial de Trabajo.

El advenimiento de la "Sociedad del Ocio" a partir de la década de los 60, cuando las clases medias y populares empiezan a disfrutar de algo que, hasta entonces, había estado sólo reservado a los sectores más pudientes de la sociedad: el tiempo libre, la cría y, sobre todo, la tenencia de perros se convierte en algo normal en cualquier familia, lo que condiciona la vida de las personas y, de forma secundaria, la de los propios animales.

Las exposiciones caninas se popularizan, convirtiéndose más en un pasatiempo social que en un simple punto de encuentro de criadores donde afinar los productos de sus cruces. Los grandes criaderos empiezan a verse desplazados por pequeños criadores amateurs e incluso por criadores individuales, con otros intereses, inquietudes y puntos de vista.

Por otro lado, la caza práctica también se convierte en un deporte de competición, en el que priman condiciones como lla velocidad y la eficacia en el cobro por encima de la resistencia o la calma. Ello lleva también a una modificación en los criterios de selección de aquellos que tienen el trabajo como único propósito en la cría del Labrador Retriever. La consecuencia de todo esto es la deriva de una sola raza, con un solo estándar, hacia dos modelos interpretativos tan distintos que, con el tiempo, han ido dando lugar prácticamente a dos razas diferentes.

Otra de las características que definen la Edad Contemporánea del Labrador Retriever es la internacionalización de la raza. Hasta la Segunda Guerra Mundial, a pesar de su presencia en otros países, especialmente en los Estados Unidos, el Labrador se mantiene como una raza casi exclusivamente británica y todos aquellos aficionados del resto del mundo que quieren establecer o continuar con un programa de cría, deben acudir a Gran Bretaña para poder surtirse de buenos ejemplares.

La situación va cambiando a partir de los años 70, cuando, debido al resultado de grandes importaciones, lugares como Francia, Escandinavia o Estados Unidos, empiezan a ofrecer al mundo líneas de cría sólidas, estables y sanas que se van extendiendo por el resto del mundo.

A esto se suma el aumento de la consanguineidad de las líneas británicas, debido en gran parte a la influencia negativa de una ley de cuarentena que hace muy complicado salir al exterior o importar nuevas sangres, lo que deriva en la proliferación de algunos problemas de salud y de tipo que se hacen cada vez más evidentes hasta las últimas décadas del pasado siglo.

A partir de mediados de los 90, los ingleses empiezan a recurrir a la importación de ejemplares de otros países, especialmente de Escandinavia y Estados Unidos, algo que se incrementa con la caída de la cuarentena en el año 2001, lo que permite, tanto la venida de perros desde Europa y América, como la salida de ejemplares desde el Reino Unido hacia el exterior.

Los criadores y aficionados de Europa del Este, con ganas de trabajar y establecer nuevas líneas, lleva a que, en esta primera parte del siglo XXI, el Labrador Retriever haya visto su pool genético muy enriquecido a nivel internacional, lo que es sin duda positivo, pero también que se haya diluido la homogeneidad y la percepción de las líneas de sangre antes tan claramente definidas.

Ahora es más complicado asegurar si un perro es de "línea" o "tipo" Sandylands, Cambremer, Rocheby, Poolstead, etc... pero será la labor de los nuevos criadores la que conduzca hacia una nueva estabilización y evolución en el tipo en la que se integren las influencias venidas de todo el mundo en la que, ahora sí, es una raza patrimonio mundial, sin duda.